sábado, 23 de enero de 2016

Picatxo Sant Gaietà - Sant Juri

    Como ya es clásico, a las  07:30 horas nos tomamos un cortado en el Carmen para después coger el coche y emprender el camino hacia Crevillente.

    Hoy subiremos al Picatxo y al Sant Juri saliendo desde el área recreativa dels Anouers.

    Llegamos al área de aparcamiento donde todavía no había nadie siendo las 08:30, y tras dejar el coche, nos colocamos la mochila en ristre y a empezar la ruta.

    Comenzamos a tiro directo con una subida bastante pronunciada, así que nos tomamos la cosa con calma.

     La senda por la que andamos está muy bien. Como he dicho antes me tomo con calma la subida pues es bastante pronunciad, y nos tomamos algunos descansos para coger aire y recuperar fuerzas. Cuando miramos hacia arriba vemos imponente la cima del Picatxo, imponente, y con esta visión continuamos nuestro camino.
   
    El arbolado está en muy malas condiciones. Ascendemos por la cara sur, y al ser la vertiente que soporta el rigor del sol durante todo el día está muy seca. Además los pinos están llenos de procesionaria. Vemos pinos con varias bolsas de esta plaga, todo está muy seco...
 
    Por fin llegamos al collado que durante tanto tiempo hemos estado viendo a lo lejos. Desde este punto, y por la vertiente norte, emprendemos el último tramo hasta la primera de las cumbres que tenemos planeadas para esta jornada.

    Al pasar a la zona de umbría vemos cómo se transforma radicalmente el paisaje, y nos quedamos sorprendidos por la cantidad de musgo que encontramos en un recodo del camino.

    La montaña siempre te sorprende, y esta capacidad de cambiar un paisaje radicalmente en cuestión de metros es una de las cosas que te hace amar este medio.

    Tras mucho esfuerzo al fin llegamos a la cima del Picatxo de Sant Gaietà, bueno llego Maciá he hizo la cumbre pues a mi me faltaron los últimos 20 metros. Ya es la segunda vez que no la consigo hacer, preferí relajarme, no pensar en mi vértigo y poder continuar antes que quedarme clavado y tener problemas para proseguir con nuestra ruta.



   Una vez hecha esta cumbre nos encaminamos a conquistar el Sant Juri que ya divisamos, así como también podemos ver las antenas que están en La Vella.

Comenzamos bajando hasta el collado por su cara norte, ya muy verde y con grandes pinos sin ver la presencia de ninguna plaga.

    La ascensión al Santi Juri desde aquí es muy cómoda, ya que la diferencia de altura que tenemos que salvar es muy poca.

    Esta cima si la hice, pues no tiene vistas que me atraigan el vértigo. Después de hacernos una foto en el hito que marca la cumbre paramos a almorzar y disfrutamos de las vistas de el Hondo, y del Picatxo.

    Ya solo queda el regreso al punto de partida, así que comenzamos a bajar en dirección a la casa del Tio Mariano, viendo frente a nosotros la imponente figura de La Vella.

    Cuando terminamos de bajar nos encontramos con un montón de almendros en flor que nos da mucha alegría.

    Comentamos lo loco que está el tiempo este año, ya que a la altura que estamos todavía no ha llegado el invierno y tiene al campo loco, floreciendo cosas cuando no lo tienen que hacer. Esperemos que no llegue mas tarde el frío de golpe y destroce toda la producción.

    Al poco tomamos una senda muy buena que va junto a un barranco que nos llevará de vuelta al área recreativa de donde partimos.

    Solo hubo un momento que al rodear la montaña la senda se estrechó y quedó el paso muy al borde del barranco, pero la conseguí pasar sin mas complicaciones.

    Mientras bajamos vamos comentando la cantidad de cuevas que vemos al otro lado del barranco. Hay algunas con formas muy caprichosas y es que la naturaleza es asi...

    De pronto nos encontramos un senderista solitario ya bastante mayor. Al preguntarle qué tal estaba nos comento "yo muy bien, pero la senda esta para subirla no para bajarla". ¿Por qué diría esto el experimentado senderista?...

    Tras despedirnos del compañero, y ya con mucha precaución, al poco vimos a qué se refería en su comentario, pues había una bajada de tierra arcillosa que los amantes de la bicicleta han destrozado por completo haciéndola impracticable. Tuvimos que bajar muy despacio e intentando apoyar los pies en cualquier cosa que estuviese firme para no resbalar y bajar rodando.

    En fin, gracias a los que destrozan las senda de andar al ir en su bicicleta de cualquier manera.

    Proseguimos ya perdiendo mucha altura y admirando las muchas cuevas naturales de la ladera del barranco y ya debía estar muy cerca el fin de la ruta pues vimos varias familias con niños pequeños. Eso indicaba que el el area recreativa Els Anouers estaba muy cerca, y efectivamente, tras cinco minutos mas ya divisamos la ermita, y el antiguo monasterio restaurado para ponerlo en valor como bien patrimonial.

    Tras visitarlo y asearnos un poco, cogemos el coche y de vuelta a Elche... que nos están esperando¡¡¡¡


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