sábado, 5 de septiembre de 2015

Hondón de las Nieves - La Vella

    Hoy hemos decidido subir a la Vella, la cumbre mas alta de la sierra de crevillente, que con sus 835 metros de altitud se impone ante nuestra mirada.
 
    Iniciamos la ascensión desde el antiguo matadero del Hondón de las Nieves, hoy convertido en museo municipal, no sabemos de qué, ya que estaba cerrado y no se veía absolutamente nada en su interior. Desde esta población tenemos una ascensión mas suave que la que tendríamos que hacer desde la vertiente sur de la montaña, y además subimos por la umbría, lo que nos proporciona una sombra y un frescor muy agradable para el arranque de esta ruta.

    Según vamos cogiendo altitud vemos una serie de canteras en la zona de los Hondones, la destrucción de las montañas está presente en muchas de nuestras rutas, explotación sin límite de los recursos naturales que nos apenan el alma y nos deja un amargo sabor de boca...

   Llegando al cordal de esta sierra se puede apreciar claramente que el verdor de los pinos y la vegetación de la vertiente norte nada tiene que ver con la cara sur, que está completamente limpia de arbolado y llena de matorral.

    Desde este punto podemos ver al norte los Hondones y sus canteras..., y al sur un espectáculo increible: además de ver el pantano de Crevillente, nos encontramos con el Parque Natural del Hondo y el mar al fondo, llegando a ver desde la costa de Alicante hasta la de Guardamar del Segura. Estas vistas, que te sorprenden al final de una larga y costosa ascensión, son las que te dan el ánimo para seguir caminando, y las únicas que te calman el ansia de volver a la montaña sufriendo durante toda la semana. Estas pequeñas cosas son las que te taladran el corazón llegando hasta lo mas hondo. Éstos son sentimientos difíciles de compartir con aquel que no lo ha probado, tan grandes que se hace dificil de explicar. Montaña en esencia pura.

    Un poco mas adelante nos encontramos uno de los carteles que señalizan la ruta que estamos siguiendo, "el guía" comprueba la ruta por si algún dato está equivocado y continuamos hacia la cima que se encuentra a tan solo 300 metros.

    En todas nuestras salidas vamos con un PMR apoyando la Iniciativa Canal 7 Subtono 7 para Seguridad en Montaña, con este simple gesto ayudamos a hacer las montañas mas seguras.

    Un poco antes de llegar a la cumbre pasamos cerca de una estación meteorológica, y nos es imposible pasar de largo sin hacernos una foto junto a ella, foto que nos hacemos recordando anécdotas con "el Peix", gran entendido sobre la meteorología en Elche que tantos grandes momentos nos ha dejado.

    Seguimos la marcha y hacemos cumbre como no podría ser de otro modo subiendo al monolito que marca el vértice geodésico de la Vella. Desde la cima nos recreamos en los paisajes, y damos rienda suelta a nuestra imaginación.  Allí nos encontramos con una espectacular rosa de los vientos grabada en piedra con el esquema de todas las montañas que se ven desde este punto mirando hacia todos los puntos cardinales. Siempre es divertido identificar otras cimas que has visitado con anterioridad o que están pendientes para ti.

    Es hora ya de dar un poco de tregua a nuestras piernas y satisfacer las peticiones de nuestros estómagos, así que nos disponemos a almorzar junto a las antenas de la cima, y nos sorprende la cantidad de desechos de otros excursionistas/ciclistas que nos encontramos, multitud de pieles de plátano, algún tetrabrick vacio... en fin una auténtica porquera. Nosotros somos de los que piensan que cuando dejas la montaña no tiene que haber quedado ningún rastro de tu paso por ella. Si tu filosofía es dejar las mondas de las manzanas o las pieles de plátano en el monte porque se lo comen lo animales, o sirve de abono, por lo menos lánzalos 10 ó 15 metros fuera de cualquier senda e intenta que quede oculto en los matorrales, así la naturaleza te lo agradecerá y los que vayamos otro día a hacer la misma ruta no nos encontraremos tu basura tirada por cualquier sitio.

    Después de terminar nuestro almuerzo nos despedimos de esta cumbre viendo cómo una senda continúa en dirección al Sant Juri y al Picatxo, nosotros nos damos la vuelta y emprendemos la ruta de vuelta al coche pasando por la casa del Tio Mariano, desde donde alzamos la vista y vemos las antenas de la cima donde almorzamos hace solo unos minutos.

    Durante el descenso nos encontramos multitud de tuberías por todos los sitios, y un montón de balsas que no sabemos para qué son utilizadas, ya que no vemos tanto campo cultivado como para necesitar tanta balsa, pero si están allí alguna lógica tendrá.

    Y al finalizar la ruta, ya en el coche camino de vuelta a casa, nos llevamos la mayor sorpresa del día, vimos este ejemplar tan apetecible¡¡¡
    Fue tan impresionante que paramos el coche para fotografiarlo. Quien lo pillara para estas NAVIDADES ¡¡¡







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